El mercado de la cosmética personal y el cuidado dermatológico está saturado de productos que prometen resultados puntuales para problemas concretos. Los consumidores se ven abocados a comprar un sinfín de productos para mantener su piel sana. Sin embargo, la mayoría de las personas demanda una solución global para suplir sus necesidades cosméticas y mantener su piel sana. Hasta ahora, los consumidores estaban abocados a comprar multitud de productos para su cuidado personal, utilizando gamas de distintos fabricantes con resultados mediocres.
Esta costumbre tiene diversos efectos negativos que van desde la interacción negativa de elementos presentes en diversos compuestos hasta el abuso de sustancias incluidas en varios productos al mismo tiempo.
Pero por encima de los problemas técnicos que esta situación propicia, el uso de multitud de productos de cosmética personal tiene dos consecuencias nefastas para los consumidores: el gasto excesivo y la pérdida de tiempo. Desde nuestra fundación, en bTH hemos mantenido una línea de investigación orientada a descubrir maneras de crear productos que no sólo sean más eficientes, sino que lo sean en más funciones. Esta meta apunta al doble objetivo de facilitar el uso de los productos con menor esfuerzo por parte del consumidor y, por otro lado, abaratar los costes para conseguir hacer los productos más asequibles y de este modo asegurar el acceso a ellos a la mayor cantidad de personas posible.